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Conjunto de villas La Pineda por Jaime Prous architects

Aisladas del bullicio de la ciudad y completamente integrada en el entorno natural de la región, se hallan las Villas La Pineda: unas viviendas de generosas dimensiones proyectadas por Jaime Prous Architects para el complejo PGA Catalunya Resort. Este último diseño se incorpora a un idílico desarrollo residencial que combina el bienestar de un estilo de vida moderno y mediterráneo en armonía con el medio ambiente, con la máxima comodidad y privacidad.

Situadas en un paisaje privilegiado dominado por una rica vegetación autóctona, las villas se sumergen en el clima y naturaleza de la región. Dos volúmenes principales conectados mediante un vestíbulo acristalado configuran cada casa. La planta en forma de L genera un patio central que permite al paisaje penetrar en el interior.

La casa se divide en tres niveles. El sótano está dedicado a las áreas técnicas como garaje, lavadero, almacén y sala de máquinas. En la planta baja se encuentran la master suite principal y el salón-comedor-cocina, bañados por la luz natural gracias a unas ventanas deslizantes que desaparecen en el muro y amplían el espacio hacia el jardín y la piscina. La planta primera tiene tres estancias de las cuales una suite con unas vistas privilegiadas sobre el campo de golf.

El espacio exterior, caracterizado por su pérgola que vuela por encima de la piscina integrada en el jardín, es el escenario ideal para largas jornadas de ocio y relax en cualquier época del año.

El equipo de Jaime Prous Architects presenta este conjunto de viviendas que mediante unas reglas de agregación logran unas villas únicas y exclusivas dentro de un conjunto armónico donde la privacidad y la relación con la naturaleza están garantizadas.

Gottfried Semper en uno de sus escritos explica que la arquitectura se puede dividir en tres elementos básicos fundamentales: porches, patios y recintos. Esta vivienda está articulada mediante un patio central; dicho patio está limitado en dos de sus lados por dos recintos en forma de L y destinados a la parte cerrada de la casa; otro lado, limitado por un porche en forma de pérgola que filtra la luz; y el último, por un muro que se acompaña con una piscina. De esta manera se recupera el concepto de vivienda pompeiana donde toda la vida de una vivienda se articula alrededor de un patio, es decir, un “trozo” de naturaleza en el centro del hogar.

Fuente: Cosasdearquitectos.com